“Mañana será un día difícil. Como lo han sido todos en el último año, en realidad. No sabemos quién arrebatará más vidas: el virus Atila 2000 o las máquinas. Esta nueva pandemia no pudo haber llegado en un momento peor, cuando los seres humanos nos encontrábamos librando una batalla a muerte con la Inteligencia Artificial.
Pero, ¿por qué me lamento? Hemos sido los responsables de la destrucción total de nuestros recursos. Las máquinas han logrado sintetizar y reproducir todo tipo de nutriente, mineral o líquido que necesitamos para vivir y nos obligan a trabajar para ellas, a cambio de tan valioso tesoro. El último bastión humano que se aferra a su libertad caerá en menos de tres días y con ello, nuestra existencia sobre la tierra.

Fuente: www.shutterstock.com
Lunes, 28 de agosto del 2148
“Recuerdo mis días felices en la agencia a la que entré apenas saliendo de la universidad. La tecnología ha avanzado tanto que la brecha entre quienes carecemos de la vista y quienes pueden gozar de ella, es casi inexistente. ¿Cómo habría sido trabajar a principios del 2000 y en publicidad, con esta discapacidad? A mí me tomó poco tiempo adaptarme al ritmo de mi primer trabajo y en aprender a utilizar las herramientas para presentar los proyectos. Ayudó también el hecho de que había otros como yo, con quienes compartía la misma pasión en generar ideas y conceptos para las campañas.
El sistema Braille es fundamental para nosotros, pero también las nuevas herramientas tecnológicas. Hoy, la computadora física ha sido reemplazada por sistemas ultra avanzados que se instalan en guantes de goma. Con un simple movimiento de barrido de la mano, aplicado sobre cualquier tipo de superficie, podemos desplegar una pantalla y un teclado a fin de trabajar. De este modo, la computadora y, por consiguiente, la oficina, no ocupan un lugar en particular, pueden estar en cualquier parte. Pero claro, procurando que tu lugar de trabajo evite en lo posible el contacto con multitudes.

Fuente: www.shutterstock.com
Martes, 30 de agosto del 2148
“Hoy amanecí con un fuerte dolor de cabeza. Anoche abusé del programa instalado en mi cerebro, para poder comunicarme a distancia. Buscaba la más débil señal para poder tener alguna noticia de mi familia, pero no lo logré.
Para poder explicar cómo funciona esto, se asemeja a la más poderosa antena que se haya podido desarrollar en el siglo anterior, pero instalada a través de un micro chip en tu propio cuerpo.Cuando llegas a este mundo, el hospital se encarga de este servicio y millones de exabytes, colocados en una memoria alterna dentro del micro chip y que sirven de soporte a nuestra limitada capacidad cerebral, te acompañan por el resto de tu vida.
Esto resultó muy útil para las reuniones de trabajo pues reemplazaron a los teléfonos. Toda forma de comunicación se ha convertido a lo que antes se llamaba telepatía. Hoy solo basta llamar de forma mental a una persona que se encuentre dentro de un radio de 50 kilómetros, para que puedas comunicarte con ella. ¿Esto ayudó mucho en comunicarnos y mantener a raya el virus? Sí, pero hoy debemos pagar el costo. Como abusé en su uso, las máquinas lograron encontrar mi escondite y me capturaron”.

Fuente: www.shutterstock.com
“Me encuentro en una especie de cárcel cerca al mar. De otros prisioneros he escuchado que, antes de ejecutarnos o mandarnos al exilio, pasamos por un juicio a cargo de 12 ciborgs, mitad humanos – mitad robots, quienes han acondicionado un pequeño salón a cinco kilómetros de distancia para llevar a cabo este proceso.
Por mi condición y cargo en la milicia rebelde, seguramente me mandarán al exilio, que es lo mismo que la muerte segura. Cuentan los guardias robot que, en el límite de la ciudad, hay una gran puerta por la que expulsan a los rebeldes, quienes deben vagar por siempre en medio de un interminable desierto a 10 grados bajo cero. De más está decir que nadie ha podido sobrevivir a tan terrible castigo.
Escribo este testimonio desde mi celda, pues mañana no sé cuál será mi destino. Formo parte del último grupo sobreviviente de seres humanos, quienes fuimos capturados por las máquinas días atrás. No tengo más que decir. Creo que nuestra raza aceleró el desarrollo de nuevas tecnologías, para vencer las leyes del tiempo y del espacio, en la medida que nuevas pandemias azotaban el mundo y lo obligaban a confinarse.

Se lograron muchas cosas que el poco tiempo que me queda ya no me deja citar. Pero desafortunadamente, en esta carrera vertiginosa, nunca pensamos que la inteligencia artificial alguna vez se volvería en nuestra contra para arrebatarnos el mundo. Solo quisiera volver en el tiempo y tener la oportunidad de hacer las cosas diferentes. Hoy, es demasiado tarde”.
Malcolm 16
Debo confesar que hasta el día de hoy me estremece este relato. Más aún cuando muchos de los adelantos de la tecnología que veo hoy en día, evidentemente han logrado evolucionar y materializar en el futuro.
¿Es el futuro que le espera a la raza humana? ¿Las pandemias nos empujarán a desarrollar nuevas tecnologías que nos ayuden enormemente; pero que también despertarán terribles fuerzas desconocidas? No quiero ni imaginarlo. Solo espero que, en mi próximo viaje, pueda encontrar a un joven Malcolm, enseñarle su USB y prevenir del desastre a cuántos pueda. Tal vez así, este don me permita hacer algo con lo que sueño, desde que leí por primera vez este Word: salvar al mundo de su terrible destino.
Por: Jean Polo
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
La Nostalgia: El nuevo protagonista del Marketing Emocional
Siempre dicen que “Todo tiempo pasado fue mejor”, ¡y la verdad es que no hay frase más cierta!...
Spider-man: No Way Home
Gracias al tío Ben –y ahora a la tía May- sabemos que un gran poder conlleva una gran responsabilidad...
Beneficios de WhatsApp Business
WhatsApp es el aplicativo de mensajería instantánea más famoso...