Según un estudio de Kantar que busca comprender la pasión de los fanáticos del fútbol en Sudamérica, el país más apasionado por el deporte rey es Argentina, seguido por Brasil y Perú.

 

Tres países que se desviven por un deporte que desata pasiones en multitudes, que puede unir sin importar la religión, color, género o edad. Que puede ser el portador de esperanza de toda una región sumergida en una crisis política-social. Que puede ser sinónimo de olvido de la inestabilidad social y emocional a la que se enfrenta día a día el habitante sudamericano; y que sus gritos, cánticos, abrazos y llantos son su desfogue a la presión por tantas emociones reprimidas.

 

Así es Sudamérica, así es el Perú, un país futbolero que elige esperar el partido de su selección para encontrar un motivo de olvido y creer que un resultado sea fuente de optimismo o resignación para sus días.

 [Figura]. Recuperado de https://elcomercio.pe/noticias/hinchas-peruanos/

Crisis I

 

Una de las peores cosas que le pudo haber pasado a un país tan futbolero, es que lo dejen sin fútbol. La llegada de la pandemia obligó a que toda actividad deportiva profesional y amateur quede totalmente suspendida.

 

El estado dictaminó cuarentena total y la única esperanza de desahogo para muchos peruanos, quedó totalmente anulada como gol en offside.

 

Desde aquella vez, se esperó cerca de 6 meses para volver a ver fútbol, para volver a ver a nuestra selección enfrentar a Paraguay por las eliminatorias a Qatar 2022. El resultado fue un empate, y si bien, pasábamos por una inestabilidad emocional, el gritar dos goles de nuestros representados, alivió tensiones.

 

Luego de eso, vinieron partidos que golpearon las expectativas de cada hincha, de cada peruano. Derrotas consecutivas ante Brasil, Chile, Argentina y Colombia. Sumado a la incertidumbre en la que nos encontrábamos por el contexto, estas derrotas aplacaron los ánimos de todo un país en sus hogares.

 [Figura]. Recuperado de https://rpp.pe/futbol/futbol-mundial/el-sufrimiento-de-los-hinchas-tras-la-eliminacion-de-peru-del-mundial-noticia-1131036

Crisis II

 

Ahora afrontamos una nueva crisis añadida a la primera. Se trata de política, y como cura para la peor enfermedad, el fútbol, desde siempre, ha sido el mejor analgésico para aliviar los dolores que deja el Estado en nuestra sociedad.

 

Nos encontramos en un panorama complicado y desalentador en cuanto a lo que nos espera para los próximos cinco años. Un Perú dividido, donde las regiones poco escuchadas se unieron a una sola fuerza y obligaron a todo un país a tener una segunda vuelta electoral con mucho desasosiego.

 

Se dieron las votaciones y los resultados mostraron claramente a un país dividido bajo sus ideologías políticas, quienes se sumaron a la izquierda, quienes dieron soporte a la derecha y algunos que se mantuvieron al margen. Dos días después, regresó la sensación de esperanza y optimismo. El panorama, complicado como siempre y más aún, de visita a Ecuador.

 

Llegó el momento, un primer tiempo con empate a cero, generaba intranquilidad y complicaba nuestras posibilidades a clasificar a un mundial. Al término del segundo, Perú ganó 2 a 1, en Ecuador. Y esa sensación de un país dividido de dos días antes, se unió por al menos 90 minutos para gritar enardecidamente la victoria de su país. Todos juntos, todos unidos, sin partidos políticos, sin el naranja, sin la roja, pero sí con la rojiblanca.

 [Figura]. Recuperado de https://www.reuters.com/world/americas/leftist-castillo-builds-lead-over-fujimori-ahead-peru-presidential-vote-poll-2021-05-23/

Engagement: Fútbol y sociedad

 

Bajo todo lo anterior, ¿podemos decir que entre el Fútbol y la sociedad existe un engagement?

 

Este término marketero es usado comúnmente y, desde hace varios años ya, en el mundo digital, en la que una marca busca crear un compromiso con sus consumidores. ¿Cómo lo hacen? A través de lazos persistentes y estables.

 

Podemos decir que el engagement es una conexión como la que existe entre el fútbol y la sociedad. Una conexión que va más allá de lo lógico, que pasa a ser pasional y marca una tradición de generación en generación. Conexión que muchas marcas añoran, pero solo algunas logran alcanzar.

 

Hay muchas formas de generar engagement entre una marca y su consumidor, para lograrlo es sustancial interactuar con él, comprenderlo y atenderlo; ser empático y hacer que se identifique con la personalidad de la marca a través de un producto o servicio diferencial o gracias a un contenido de valor.

 

En cuestión, una marca con una conexión o engagement tan fuerte como el fútbol y nuestra sociedad, logrará que sus consumidores sientan un compromiso y lealtad hacia ella, que se genere una relación duradera y que esto se convierta en el principal factor de crecimiento y posicionamiento.

 

Por: 

Brandon Ramos

Redactor Creativo

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